
La
muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus
frutos. Proverbios 18:21. Las palabras
son la manifestación del mundo interior del ser humano. Son los pensamientos de
nuestra mente exteriorizados y los que continuamente van creando nuestra
realidad.

El sistema lingüístico es un poderoso
recurso para inspirar y motivar a las personas, aunque no es el único, este
precisa estar acompañado de un sistema integral de coherencia y estrategia
individual y organizacional que le complemente. Los líderes precisan conocer
este arte de la afirmación por la palabra y disciplinarse a enriquecer su
perspectiva, vocabulario y práctica al usar apropiada, sensible e
intencionalmente las palabras a favor de los seguidores y por consiguiente de
la organización.

Para buscar errores en los demás ya hay
muchas personas, pero para buscar o ver aspectos positivos, hay pocas. Y usted
debe ser uno de esos que busque y hable las cosas buenas de aquellos que lo
rodean, y que no tenga tiempo para buscar y hablar las cosas malas o criticar;
porque lo que está buscando es ver, reconocer y exaltar las virtudes de su
semejante.

Del hablar las palabras depende el
resultado en todos los campos de la vida, de la manera en que se hable y de la
palabra que usted hable. Si quiere recibir resultados positivos en su vida
hable palabras que produzcan cosas positivas; y para eso, primero piense; no
hable sin pensar; porque si habla sin pensar, entonces no estará haciendo de la
manera correcta.

EL LÍDER TIENE MAYOR RESPONSABILIDAD SOBRE
LO QUE HABLA
Asimismo, se debe tener en cuenta que
cuanto más alto sea el nivel de liderazgo de una persona, más consecuencias
tendrán sus palabras sobre los demás. No es lo mismo las palabras de un
presidente de una nación declarando la guerra a un país vecino, en un discurso
ante la comunidad internacional, que un ciudadano simple afirmando lo mismo en
una reunión familiar.

Al ver estas distintas perspectivas, todo
líder precisa auto-diagnosticar cual tipología de afirmación está usando o no,
y emprender así una jornada de aprendizaje, disciplina y esfuerzo para
enriquecer su vocabulario y desarrollar el hábito de inspirar constantemente a
sus seguidores con palabras que les llenen de vida y les facilite el ser cada
vez más efectivos.

El lenguaje interno
El lenguaje interno está condicionado por
las vivencias que la persona ha adquirido desde que ha sido engendrada por sus
padres, y se fueron grabando en el subconsciente a través de los años formando
las creencias, y por tanto, contribuyendo a la configuración del diálogo
interno; es decir, a la manera en que la persona se habla a sí misma. Este
diálogo interno es muy importante ya que constituye la base que luego dará
origen a los pensamientos, sentimientos y a las palabras.

Recuerde nuestra programación (creencias
en nuestro subconsciente) nos lleva a nuestros pensamientos; éstos a nuestros
sentimientos; nuestros sentimientos a nuestra acciones y a nuestras palabras;
para concluir este ciclo en nuestros resultados.
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