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domingo, 17 de diciembre de 2017

En que estas pensando?



Según va transcurriendo tu vida, tú te transformas en lo que reflexionas más a menudo, y también atraes lo que piensas más frecuentemente, de manera que todo lo que llega a tu vida, es porque tú lo has atraído previamente a través de las ideas que se forman en tu mente; de esa manera todo lo que piensas lo atraes hacia tu persona, ya sean pensamientos positivos o negativos.



La Teoría de la causalidad

En la vida se aplica “la teoría de la causalidad” por la cual, todas las cosas tienen causas que las provocan. Por ello, tú eres la causa de todo y todo tiene su causa. Nada sucede porque sí. La causa son tus acciones y tus pensamientos, y el resultado que se consigue, consiste en el alejamiento o acercamiento de los fines que pretendes lograr, los cuales dependen en gran parte de la positividad o negatividad de tus pensamientos.




La fuerza de tus pensamientos
Esto es un arma de doble filo en el sentido de que, si tú piensas cosas buenas o tienes ideas optimistas atraes hacia tu vida solo cosas buenas u optimistas, pero si por el contrario, tus pensamientos son negativos o pesimistas, esto es lo que traes a tu vida. Todo lo que tienes almacenado en tu mente te ayuda a conducir tu vida de una forma más positiva o más negativa dependiendo de tus pensamientos.


Debes usar la mente para ponerla a tu servicio, y jamás debe controlarte o perjudicarte. Un ratito pensando en negativo te lleva a que tu cara se apague, y a fruncir el ceño, generando una disminución de energía o cierta desgana para hacer algunas cosas. Por ello, es importante que protejas tus pensamientos, ya que ellos determinan tu forma de actuar y tu destino.

Tienes que dilucidar entre cuales te conviene tener en tu mente y cuales debes desechar por tu bien. Todos los acontecimientos que vivimos, ya sean buenos o malos, nos ayudan a ir forjándonos nuestro camino en la vida.


Para cambiar tu vida, debes empezar por modificar tus pensamientos. Insiste continuamente en los pensamientos de aquello que deseas y visualiza lo que quieres, porque al pensar en ello, los alimentas y aumentas en tamaño, ya que los pensamientos tienen la facultad de construir lo que es compatible con ellos.

Reflexiona sobre la clase de de pensamientos recurrentes que tú crees son un impedimento en tu vida e intenta anularlos cada vez que se presenten. Vigila de vez en cuando los pensamientos en que se ocupa tu mente y permite que tu atención se centre sólo en todo lo que puede resultar positivo para tu vida.

El poder que generan nuestros pensamientos es infinito. Cuando deseamos algo con todas nuestras fuerzas, el universo al completo conspira para que nuestros sueños se cumplan.


¿Quién crea nuestro destino?
Normalmente se presume, sobre todo si eres creyente, que Dios es el único que conoce nuestro destino, y que sabe de dónde venimos y hacia dónde vamos.

Con esto podría parecer, que nosotros no debemos hacer nada, que sólo tenemos que dejarnos guiar por los planes de Dios (nuestro destino), es decir, limitarnos a sobrevivir y no a vivir. Pero a veces nos olvidamos de que también Él nos da plena libertad para pensar por nosotros mismos y elegir lo que deseamos hacer en la vida.

La inseguridad de no saber lo que nos depara el destino nos hace, muchas veces, ser indecisos a la hora de optar por lo que queremos. Incide en lo que deseas, aprovechándote del poder que tienen tus pensamientos.


No te olvides nunca que tu vida es consecuencia de tus pensamientos, y debido a que nuestra mente es muy complicada, a veces nuestros pensamientos no están en sintonía con nuestros sentimientos, es decir solicitamos algo que ciertamente no queremos o simplemente tenemos pensamientos contradictorios, y es por eso que mucha gente no alcanza sus metas.


Tienes que saber usar tu mente y cuando no piensas lo que quieres pensar, cambia tus pensamientos por otros que sí quieres tener ¡Nunca pierdas el control de tus pensamientos! ¡Tu objetivo debe ser ¡controlar de manera eficaz tu vida! Recuerda siempre que tus pensamientos condicionan tu vida.

sábado, 16 de diciembre de 2017

Los principios del Aguila





El águila es considerado el rey de las aves, quien quiere convertirse en líder estudia la naturaleza y también las actitudes de este majestuoso animal. Estos son los principios que le han echo ser un ejemplo a seguir:




1. Vuelan a gran altura completamente solas, ni con gorriones ni con aves de menor tamaño. Ningún otra ave puede volar tan alto como ellas. Aléjate de quienes no mantienen tu mismo vuelo, solo te frenarán. Las águilas solo vuelan con águilas.



2. Tienen una gran visión, las cuales enfocan desde 5 Kms desde el aire. Cuando un águila ubica su presa, afina sobre ella e intenta conseguirla. No importa el obstáculo, el águila no moverá su vista de la presa hasta que la consiga. Ten visión y mantente enfocado (cueste lo que cueste) sin importar el obstáculo, y así es como conseguirás el éxito.



3. Las águilas no comen cosas muertas, solo se alimentan de presas frescas, eso solo lo hacen los buitres y otros animales carroñeros. Aléjate de la información anticuada y vieja y aliméntate siempre de la actual.



4. El águila es el único ave que ama la tormenta. Cuando se acumulan las nubes, se emocionan y utilizan el viento para conseguir una mayor altitud, aprovechando su rabia para elevarse por encima de las nubes, y esto es lo que le da la oportunidad de planear y descansar sus alas. Mientras los otros pájaros se refugian en las hojas y ramas de los árboles. Nosotros podemos usar las tormentas de la vida (obstáculos, problemas, etc) para elevarnos a gran altura.




5. El águila prueba antes de confiar. La hembra antes de aparearse, desciende hacia el suelo perseguida por el macho, coge una ramita y vuela a gran altura para soltarla. El macho va a recogerla antes de que llegue al suelo y vuelve a devolvérsela. Esta secuencia se repite durante horas hasta que ella se asegura que el domina el arte de atrapar la ramita, lo que demuestra COMPROMISO y solo entonces permitirá el apareamiento. las águilas se aparean toda la vida con la pareja elegida siendo fieles hasta el día de la muerte o en casos de impotencia. Tanto en vida privada como en negocios, hay que probar el nivel de compromiso de los que te rodean.



6. Macho y hembra participan conjuntamente en levantar la nueva familia. Ella coloca los huevos y los protege, el construye el nido y caza. La base del nido esta compuesto de espinas, cubiertas por hierba y las propias plumas del macho para complementarlo.

Durante el tiempo de formación de los jóvenes polluelos, la madre los lanza fuera del nido.. pero debido al miedo, éstos vuelven a saltar dentro. A continuación ella los lanza nuevamente retirando las plumas y la hierba, dejando las espinas al descubierto. Cuando los asustados polluelos vuelven a saltar dentro del nido son pinchados por dichas espinas, por lo que chillando y sangrando vuelven a saltar fuera del nido nuevamente. Después de un tiempo, la madre los empuja al vacío. Los polluelos asustados son atrapados en plena caída por el padre que los regresa al nido, hasta que consiguen batir las alas al cabo de un tiempo

La preparación nos ejercita para cuando vengan las oportunidades y el trabajo activo en equipo en la familia lleva al éxito. El ser pinchados por espinas nos dice que a veces somos demasiado cómodos, pasamos por la vida sin experimentar y por lo tanto ni progresamos ni aprendemos. Las espinas de la vida vienen para decirnos que tenemos que crecer y seguir adelante y si alguien realmente nos ama no nos dejará permanecer en la pereza sino que nos empujará para crecer y prosperar.



7. Las águilas rejuvenecen. A los 40 años, sus uñas curvas y flexibles no consiguen agarrar a las presas de las que se alimenta, su pico alargado y puntiagudo comienza a curvarse apuntando contra el pecho peligrosamente, y sus alas, envejecidas y pesadas por las gruesas plumas hacen que volar sea una tarea muy complicada.

Es entonces, cuando el águila tiene que tomar una decisión y sólo tiene dos alternativas: dejarse morir, o enfrentar un doloroso proceso de renovación que durará unos ciento cincuenta días.

Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y refugiarse en un nido próximo a una pared, donde no necesite volar. Entonces, el águila ya refugiada comenzará a golpear su pico contra la pared hasta conseguir arrancarlo. Una vez amputado, tendrá que esperar a que nazca un nuevo pico con el cual, después, tendrá que arrancar sus viejas uñas.

Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, será el momento para desprenderse de sus viejas plumas arrancándoselas con su nuevo pico. Después de cinco meses muy duros, el águila real saldrá victorioso ejecutando su famoso vuelo de renovación y entonces dispondrá de 30 años más de vida.

Por todos estos motivos, el águila es considerada el rey de las aves.

Escoge entre morir o renovarse, dejando atrás todo el lastre del pasado, pasando por un duro cambio de transformación.

El compromiso es lo que diferencia a los emprendedores de los soñadores. Visualiza, focaliza y toma acción.

Lo que puede provocar tus palabras


La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos. Proverbios 18:21. Las palabras son la manifestación del mundo interior del ser humano. Son los pensamientos de nuestra mente exteriorizados y los que continuamente van creando nuestra realidad.



El sistema lingüístico es un poderoso recurso para inspirar y motivar a las personas, aunque no es el único, este precisa estar acompañado de un sistema integral de coherencia y estrategia individual y organizacional que le complemente. Los líderes precisan conocer este arte de la afirmación por la palabra y disciplinarse a enriquecer su perspectiva, vocabulario y práctica al usar apropiada, sensible e intencionalmente las palabras a favor de los seguidores y por consiguiente de la organización.


Para buscar errores en los demás ya hay muchas personas, pero para buscar o ver aspectos positivos, hay pocas. Y usted debe ser uno de esos que busque y hable las cosas buenas de aquellos que lo rodean, y que no tenga tiempo para buscar y hablar las cosas malas o criticar; porque lo que está buscando es ver, reconocer y exaltar las virtudes de su semejante.



 Del hablar las palabras depende el resultado en todos los campos de la vida, de la manera en que se hable y de la palabra que usted hable. Si quiere recibir resultados positivos en su vida hable palabras que produzcan cosas positivas; y para eso, primero piense; no hable sin pensar; porque si habla sin pensar, entonces no estará haciendo de la manera correcta.


EL LÍDER TIENE MAYOR RESPONSABILIDAD SOBRE LO QUE HABLA

Asimismo, se debe tener en cuenta que cuanto más alto sea el nivel de liderazgo de una persona, más consecuencias tendrán sus palabras sobre los demás. No es lo mismo las palabras de un presidente de una nación declarando la guerra a un país vecino, en un discurso ante la comunidad internacional, que un ciudadano simple afirmando lo mismo en una reunión familiar.


Al ver estas distintas perspectivas, todo líder precisa auto-diagnosticar cual tipología de afirmación está usando o no, y emprender así una jornada de aprendizaje, disciplina y esfuerzo para enriquecer su vocabulario y desarrollar el hábito de inspirar constantemente a sus seguidores con palabras que les llenen de vida y les facilite el ser cada vez más efectivos.


El lenguaje interno


El lenguaje interno está condicionado por las vivencias que la persona ha adquirido desde que ha sido engendrada por sus padres, y se fueron grabando en el subconsciente a través de los años formando las creencias, y por tanto, contribuyendo a la configuración del diálogo interno; es decir, a la manera en que la persona se habla a sí misma. Este diálogo interno es muy importante ya que constituye la base que luego dará origen a los pensamientos, sentimientos y a las palabras.


Recuerde nuestra programación (creencias en nuestro subconsciente) nos lleva a nuestros pensamientos; éstos a nuestros sentimientos; nuestros sentimientos a nuestra acciones y a nuestras palabras; para concluir este ciclo en nuestros resultados. 

miércoles, 13 de diciembre de 2017

Transforma tu vida! Piensa positivo



Te gustaría aprender como tener mente positiva para así poder transformar tu vida? Esta más que demostrado que los pensadores positivos siempre obtienen resultados positivos. Lo mismo pasa con quienes tienen una mente negativa, continuamente están pasando de desgracia en desgracia y simplemente están emitiendo una energía negativa. Pero eres consciente de que tipo de actitud mental tienes? Te voy a dar una idea para que determines que tipo de actitud mental tienes en estos momentos. Solo revisa que tipo de resultados estas obteniendo en la vida.



Son positivos? Son negativos? Pero porque te digo que analices los resultados que estas obteniendo? Sencillamente porque lo que determina tu realidad es la manera como piensas. Son los pensamientos los que crean la realidad en la que vives hoy en día. Pero que debes hacer para mantener una mente positiva todo el tiempo?

Eres un ser de hábitos y son estos los que determinan tu carácter. Cuando haces una tarea repetidas veces por un tiempo determinado esto crea un surco en tu mente subconsciente que lo convierte en un habito. Después de repetir la misma actividad varias veces tu mente subconsciente lo hace de forma automática. Es por esto que es muy importante que adquieras hábitos positivos para que puedas estar vibrando siempre en un estado mental positivo.

                          
Afirmaciones Matutinas
Lo primero que hago al abrir mis ojos es agradecer a Dios por ese nuevo día y comienzo a programarme para esperar siempre lo mejor de ese día. Solo debes repetirlo unos cuantos días, preferiblemente 21, para que se queden grabadas en tu subconsciente. 

Ese es el tiempo que llega hacer la reprogramación de tus células, y en ese tiempo ya deberían comenzar a ver los resultados de la repetición de las afirmaciones. Esto es un trabajo continuo, no es algo que lo haces un par de días y ya. Esto es perpetuo porque dime algo, quien no quiere seguir mejorando su vida? Con esto estas asegurando que al levantarte lo hagas con una mente positiva.


Expresa Gratitud
Agradece por TODO lo que tienes, no importa si hoy cuentas con poco pero agradece por la vida y porque respiras. Cuando expresar gratitud te conectas con el sentimiento de amor, y el sentimiento de amor es el más poderoso que existe. Cuando agradeces liberas cualquier vibración negativa que puedas tener. Es una terapia realmente poderosa si deseas tener una mentalidad positiva.

                       
Escucha Música Alegre
La música estimula la mente, estimula el pensamiento y esto genera sensaciones positivas. Escucha música que active recuerdos agradables o que despierte un sentimiento de bienestar. Yo suelo escuchar música al levantarme porque tienen música de fondo relacionada con la naturaleza. Eso me relaja y al mismo tiempo me ayuda a programar mi subconsciente para comenzar el día con bendición.

Sea lo que sea lo que desees puedes lograrlo si logras imprimirlo en tu mente subconsciente. Si comienzas tu día con frases positivas e información que te ayude a lograr tus metas entonces contaras con una herramienta que te enseñará como tener actitud positiva todo el tiempo.

                          
Controla Tu Respiración
El que controla su respiración controla su estado emocional y quien controla sus emociones controla su vida. Te has dado cuenta como se distorsiona tu respiración cuando te enojas? Ves como se hacen más cortas las respiraciones y como esto contribuye a que pierdas el control? 

Cuando aprendes a controlar tu respiración aprendes a controlar tu vida. Simplemente practica este ejercicio al menos una vez al día. Toma respiraciones profundas y se consciente cuando inhalas y exhalas. Relájate y siente como tu cuerpo va absorbiendo todo el oxigeno. Esto es realmente relajante para el cuerpo y te mantiene en un estado de calma y paz durante el día.


Ejercita Tu Visualización
Muchas de las personas exitosas alrededor del mundo han confesado que uno de los secretos para lograr el éxito es el habito de la visualización. Este ejercicio es muy provechoso. Solo tomate el tiempo de visualizar o meditar. Crea películas en tu mente donde estas alcanzando tus metas, conéctate con el sentimiento de lograrlas y veras como sube tu motivación. 

Cuando consigues una meta, esta despierta un sentimiento de satisfacción muy agradable. Pero si logras conectarte con este sentimiento antes de lograr tu meta esta se materializara de inmediato. En otras palabras, una meta genera un sentimiento y ese mismo sentimiento puede hacer que consigas tu meta.

Recuerda que eres un ser de hábitos y mientras más hábitos positivos tengas mas resultados positivos obtendrás. Somos seres creadores y la clave de lo que creamos son nuestros pensamientos, es nuestra mentalidad y tener resultados positivos dependen de cosas como tener mente positiva.





Elimina el chisme de tu vida
El chisme es simplemente el hecho de hablar de la situación de otra persona con alguien que no tiene ninguna forma de influir para mejorar dicha situación. Participar del chisme baja la moral de tu organización, aleja el talento, hace a las personas improductivas y destruye la confianza que tienen con el líder. Recuerda que quien peca contigo, eventualmente pecará en contra de ti.







Establecete objetivos y cumplelos
Las personas sólo siguen a alguien que va a algún lado. Seguir implica movimiento. Necesitas ponerte metas y necesitas trabajar duro en cumplirlas. El trabajo duro, la disciplina y la persistencia les comunicarán a las otras personas que cuando tú dices algo, lo cumples.



Quieres aumentar tú influencia?




La influencia, según Wikipedia, es “el poder que tiene una persona o cosa para determinar o alterar la forma de pensar o de actuar de alguien”. Todos tenemos que aprender a influir en otros para alcanzar el éxito. Desde la familia hasta el trabajo o nuestro negocio, poder influir en nuestra pareja, hijos, proveedores, jefes, empleados es clave y necesario para lograr nuestros objetivos.
Al final de todo, ¿Qué es un líder? Una persona capaz de influir en otra. Nada más. Nada menos.



¿Pero cómo se consigue la influencia?
Existen aspectos claves que, al desarrollarlos, aumentarán tu poder de influencia considerablemente. A continuación te presento los cuales más importantes:



1. INTERÉSATE SINCERAMENTE POR LOS DEMÁS
Siempre recuerda que a las personas no les importa cuanto tú sabes sino saben que tú les importas. Si alguien te está hablando, escúchale. Ponte en sus zapatos. Asegúrate que la otra persona está convencida de que entendiste su punto de vista. Muestra un aprecio sincero.

2. COMUNICA CORRECTAMENTE TU VISIÓN
Una mala comunicación destruye el poder de la influencia. Prepárate, practica, aprende a comunicarte. La clave para comunicarte es entender cómo la otra persona se beneficia de tu visión y expresarlo claramente. Nunca olvides que todo el mundo tiene un sistema de recompensas y motivaciones. Entiende el sistema y comunícate es su idioma.



3. ASEGÚRATE QUE TU IMAGEN IRRADIA INTEGRIDAD
Uno de los factores claves para desarrollar liderazgo es la confianza. Las personas necesitan confiar en ti para dejarse influir. Si deseas caminar el camino del liderazgo tendrás que tomar la decisión de ser una persona de integridad, dar el ejemplo y hacer siempre lo correcto. Que nunca exista separación entre lo que dices ser y lo que eres.

4. ESFUÉRZATE PARA DESARROLLAR MAESTRÍA EN TU CAMPO
Para que la gente te siga necesita confiar en tu juicio y tus decisiones. Por ello, necesitas convertirte en un experto en tu área. Debes entender el mercado, tu competencia, tus procesos, etc. Uno de los destructores de liderazgo más frecuentes sucede cuando un líder toma malas decisiones una y otra vez.

domingo, 10 de diciembre de 2017

El poder de los hábitos por Charles Duhigg

La mayor parte de las decisiones que tomamos a diario pueden parecernos producto de una forma reflexiva de tomar decisiones, pero no es así. Son hábitos. Y aunque cada hábito no tiene mucha importancia en sí mismo, con el tiempo, las comidas que pedimos, lo que decimos a nuestros hijos cada noche, si ahorramos o gastamos, la frecuencia con que hacemos ejercicio y el modo en que organizamos nuestros pensamientos y rutinas de trabajo tienen un profundo impacto en nuestra salud, productividad, seguridad económica y felicidad. Los hábitos empiezan sin que nos demos cuenta, se instalan inadvertidamente y para cuando queremos librarnos de ellos se han convertido en rutinas inamovibles. A veces surgen de un gesto cotidiano, como la sensación de relax que sentimos al llegar a casa y encender la tele. En ocasiones, se trata de hábitos inducidos, como usar dentífrico para cepillarse los dientes o utilizar ambientador. Decidido a desentrañar la psicología y la neurología de nuestros hábitos más arraigados, Charles Duhigg recurre a los más recientes descubrimientos en materia cerebral para mostrar a los lectores cómo llegar a dominar los resortes que definen nuestras costumbres. El libro ofrece explicaciones sobre los hábitos, su formación y su gestión en el ámbito personal, empresarial y de las sociedades. 


El bucle de habito.- Los hábitos, según los científicos, surgen porque el cerebro siempre está buscando una forma de ahorrar esfuerzo. Si dejamos que utilice sus mecanismos, el cerebro intentará convertir casi toda rutina en un hábito, porque los hábitos le permiten descansar más a menudo. Este instinto de ahorrar energía es una gran ventaja. Un cerebro eficiente nos permite dejar de pensar constantemente en las conductas básicas, como caminar y decidir qué vamos a comer, así que podemos dedicar nuestra energía mental a inventar desde arpones y sistemas de riego hasta aviones y videojuegos.
El proceso para la formación y consolidación de un hábito en nuestro cerebro es un bucle de tres pasos. Primero está la señal, el detonante que informa a nuestro cerebro que puede poner el piloto automático y el hábito que ha de usar. Luego está la rutina, que puede ser física, mental o emocional. Por último está la recompensa, que ayuda a nuestro cerebro a decidir si vale la pena recordar en el futuro este bucle en particular. Con el tiempo, este bucle —señal, rutina, recompensa— se va volviendo más y más automático. La señal y la recompensa se superponen hasta que surge un fuerte sentimiento de expectación y deseo. Al final, se acaba formando un hábito. Los hábitos no son el destino. Los hábitos se pueden ignorar, cambiar o sustituir. Pero la razón por la que el descubrimiento del bucle del hábito es tan importante es porque revela una verdad básica: cuando emerge un hábito, el cerebro deja de participar plenamente en la toma de decisiones. Ya no trabaja tanto ni desvía su atención hacia otras tareas. Salvo que combatas deliberadamente un hábito —a menos que encuentres nuevas rutinas— el patrón se activará de manera automática. Sin embargo, el mero hecho de comprender cómo actúan los hábitos —aprender la estructura del bucle del hábito— hace más fácil controlarlos. Cuando fragmentamos un hábito en sus componentes, podemos aprender cómo modificarlo.

Según Ann Graybiel, investigadora del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts): "Los hábitos nunca llegan a desaparecer. Quedan grabados en las estructuras de nuestro cerebro, lo cual es una gran ventaja para nosotros, porque sería terrible que después de cada vacación tuviéramos que aprender a conducir de nuevo. El problema radica en que el cerebro no diferencia entre los buenos y los malos hábitos; por eso, si tienes uno malo, siempre te estará acechando, esperando la señal y la recompensa". Esto explica por qué nos cuesta tanto crear hábitos para hacer ejercicio, por ejemplo, o cambiar nuestra forma de comer. Una vez que hemos desarrollado la rutina de sentarnos en el sillón, en vez de salir a correr, o la de comer cada vez que vemos una caja de donuts, esos patrones permanecerán en nuestra cabeza. Por la misma regla, si aprendemos a crear nuevas rutinas neurológicas que se impongan a esas conductas —si podemos controlar el bucle del hábito—, podremos conseguir que esas malas tendencias queden en un segundo plano. Si dibujamos el cerebro humano como si fuera una cebolla compuesta por diferentes capas celulares, las capas externas —las más cercanas al cuero cabelludo— suelen ser las más recientes desde una perspectiva evolutiva. Cuando se te ocurre un nuevo invento o te ríes con el chiste que te cuenta un amigo, son las partes externas del cerebro las que trabajan. Allí es donde tiene lugar el pensamiento más complejo. En la parte más profunda, cerca del tronco cerebral —donde el cerebro se une con la columna vertebral— se encuentran las estructuras más antiguas y primitivas. Controlan nuestras conductas automáticas, como la respiración y el tragar, o el sobresalto que experimentamos cuando aparece alguien detrás de un arbusto. Hacia el centro del cráneo hay una masa de tejido del tamaño de una pelota de golf que se parece a lo que encontraríamos en el interior de un pez, reptil o mamífero. Son los ganglios basales, un grupo de células de forma ovalada que, durante años, ha sido un gran desconocido para los científicos, salvo por algunas sospechas de que desempeñaba alguna función en enfermedades como el Parkinson. A principios de la década de los noventa, los investigadores del MIT empezaron a preguntarse si los ganglios basales también podían formar parte del proceso de la creación de hábitos y experimentaron en ratas empleando nuevas microtecnologías que les permitían observar con todo detalle lo que ocurría dentro de sus cabezas cuando realizaban docenas de rutinas. Sin los bucles del hábito, nuestro cerebro se cerraría, abrumado por las minucias de la vida cotidiana. Sin los ganglios basales, perdemos acceso a cientos de hábitos en los que confiamos a diario. Las personas cuyos ganglios basales están deteriorados debido a una lesión o enfermedad, suelen quedarse mentalmente paralizadas. Tienen problemas para realizar sus actividades básicas, como abrir una puerta o pensar qué van a comer. Esto son decisiones habituales, que no conllevan esfuerzo. Mientras los ganglios basales estén intactos, las señales permanecen activadas y la conducta se producirá sin pensarla. Asimismo, la dependencia del cerebro en las rutinas automáticas puede ser peligrosa. Los hábitos son tanto una bendición como una maldición. Porque los hábitos surgen sin pedirnos permiso.
Los científicos han estudiado los cerebros de los alcohólicos, fumadores y adictos a la comida, y han medido los cambios en su neurología —las estructuras de sus cerebros y la circulación de sustancias neuroquímicas dentro de su cerebro— a medida que se van instaurando los deseos. Dos investigadores de la universidad de Michigan escribieron que los hábitos especialmente fuertes producen reacciones similares a las adicciones, de modo que "desear se convierte en un ansia obsesiva" que puede obligar a nuestro cerebro a poner el piloto automático, "incluso ante la presencia de fuertes factores disuasorios como perder la reputación, el trabajo, el hogar y la familia". Sin embargo, estos deseos no tienen el control absoluto sobre nosotros. Existen mecanismos que pueden ayudarnos a no caer en las tentaciones. Pero, para superar el hábito, hemos de reconocer qué ansia está guiando nuestra conducta. Si no somos conscientes de ella, podemos acabar dominados por conductas que realizamos como si estuviéramos conducidos por una fuerza invisible.


La regla de oro para cambiar los hábitos.- Cuando nos propongamos cambiar un determinado hábito existe una regla de oro que todos los estudios han demostrado que es una de las herramientas más poderosas para generar cambios. Esta es la regla: si usamos la misma señal y proporcionamos la misma recompensa, podemos cambiar la rutina y cambiar el hábito. Casi todas las conductas se pueden transformar si la señal y la recompensa siguen siendo las mismas. La regla de oro ha funcionado en tratamientos contra el alcoholismo, la obesidad, los trastornos obsesivo-compulsivos y otros cientos de conductas destructivas, y comprenderla puede ayudar a cualquier persona a cambiar sus viejas costumbres (los intentos para dejar de picotear entre horas, por ejemplo, suelen fracasar a menos que una nueva rutina satisfaga las viejas señales y recompensas; una fumadora normalmente no puede dejar de fumar a menos que encuentre alguna actividad para reemplazar el tabaco cuando se activa su deseo de nicotina).

Preguntar a los pacientes qué es lo que desencadena su conducta habitual se denomina entrenamiento de conciencia y es el primer paso de un proceso llamado "entrenamiento de la inversión del hábito". Consiste en identificar las señales que provocan una rutina. Es posible que al principio no encontremos razones de por qué realizamos un determinado hábito nocivo, pero, si tratamos de buscarlas, es probable que acabemos por aclararlas. Por ejemplo, podemos pensar en qué situaciones típicas se produce ese hábito y después identificar qué sentimos después de este, que puede ser un estímulo físico. Entonces, cuando se produce la señal y también hemos identificado la recompensa, necesitamos desarrollar una "respuesta competitiva" que sustituya a la rutina. Podemos llevar un registro de los momentos en que se produce la señal a lo largo del día y, en cada momento, realizar la respuesta competitiva que sustituya a la antigua rutina. Las técnicas de la terapia de inversión de hábito ponen de manifiesto uno de los principios fundamentales de los hábitos: con frecuencia, no acabamos de entender las ansias que controlan nuestras conductas hasta que nos dedicamos a observarlas. Y aunque sea fácil describir el proceso de cambiar el hábito, no necesariamente lo es llevarlo a cabo. Es fácil suponer que el tabaco, el alcoholismo, comer en exceso u otros patrones arraigados se pueden cambiar sin un verdadero esfuerzo. Pero el verdadero cambio requiere trabajo y entender las ansias que nos conducen a esas conductas. Cambiar cualquier hábito requiere determinación.
Si identificas las señales y las recompensas, puedes cambiar la rutina. Al menos la mayoría de las veces. No obstante, para algunos hábitos, hace falta otro ingrediente: la convicción. En el caso de los alcohólicos, por ejemplo, aunque les ofrezcas a las personas mejores hábitos, eso no remedia la causa por la que empezaron a beber. Llega un momento en que tienen un mal día y ninguna rutina conseguirá que todo parezca que está bien. Lo que realmente puede cambiar las cosas es creer que pueden afrontar esa situación de estrés sin el alcohol. Para que los hábitos cambien de manera permanente, la gente ha de estar convencida de que el cambio es posible. Y cuando las personas se unen a grupos donde el cambio parece viable, el potencial para que este se produzca es más real.

Para las empresas, entender la ciencia del ansia es revolucionario. Existen docenas de rituales diarios que deberíamos realizar cada día y que jamás se convierten en hábitos porque, muchas veces, suele ser complicado averiguar cuáles son los deseos intensos que nos conducen a los hábitos. Algunas empresas, como los grandes almacenes Target, con el fin de seleccionar sus ofertas publicitarias, utilizan datos de clientes y generan algoritmos para predecir las compras de cientos de consumidores. Y son capaces incluso de llegar a descubrir, en función del registro de compra, qué clientas están embarazadas y qué ofertas deben enviarles. Porque todas las mujeres embarazadas que compran en Target suelen seguir unos hábitos de compra similares.

En la última década, nuestra comprensión sobre la neurología de los hábitos y el modo en que actúan los patrones en nuestras vidas, sociedades y organizaciones se ha ampliado de formas que jamás hubiéramos podido imaginar hace cincuenta años. Ahora sabemos por qué surgen los hábitos, cómo cambian y cuál es su mecánica de funcionamiento. Sabemos cómo desmenuzarlos en partes y reconstruirlos según nuestras especificaciones. Sabemos por qué la gente come menos, hace más ejercicio, es más eficiente en su trabajo y tiene una vida más saludable. Transformar un hábito no siempre es fácil o rápido. No siempre es sencillo. Pero es posible. Y ahora sabemos por qué.

Por desgracia, no existe una serie de pasos específicos que nos garantice que a todos nos funcionará. Sabemos que un hábito no se puede erradicar; sencillamente, se ha de sustituir. Y sabemos que los hábitos son más maleables cuando se aplica la regla de oro para cambiar los hábitos: mantener la misma señal y la misma recompensa, e insertar una nueva rutina. Pero eso no basta. Para que el hábito se afiance, hemos de creer que el cambio es posible. Normalmente, esa creencia solo surge con la ayuda de un grupo.

Sabemos que el cambio es posible. Los alcohólicos pueden dejar de beber. Los fumadores pueden dejar de fumar. Los eternos perdedores pueden llegar a ser campeones. Puedes dejar de morderte las uñas o de picotear en el trabajo, de gritar a tus hijos, de pasarte la noche en vela o de preocuparte por cosas pequeñas. Y tal como han descubierto los científicos, no solo cambian las vidas de las personas cuando se ocupan de sus hábitos. También las empresas, organizaciones y comunidades pueden hacerlo.