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jueves, 30 de noviembre de 2017

Como sobreponerte a las adversidades? Resiliencia



A veces la vida nos pone a prueba, nos plantea situaciones que superan nuestras capacidades: una enfermedad, una ruptura de pareja particularmente dolorosa, la muerte de un ser querido, el fracaso de un sueño largamente anhelado, problemas económicos… Existen diferentes circunstancias que nos pueden llevar al límite y hacer que nos cuestionemos si tenemos la fuerza y la voluntad necesarias para continuar adelante. En este punto tenemos dos opciones: dejarnos vencer y sentir que hemos fracasado o sobreponernos y salir fortalecidos, apostar por la resiliencia.


La resiliencia es el proceso de adaptarse bien a la adversidad, a un trauma, tragedia, amenaza, o fuentes de tensión significativas, como problemas familiares o de relaciones personales, problemas serios de salud o situaciones estresantes del trabajo o financieras. Significa "rebotar" de una experiencia difícil, como si uno fuera una bola o un resorte. No sólo gracias a ella somos capaces de afrontar las crisis o situaciones potencialmente traumáticas , sino que también podemos salir fortalecidos de ellas.

La resiliencia implica reestructurar nuestros recursos psicológicos en función de las nuevas circunstancias y de nuestras necesidades. De esta manera, las personas resilientes no solo son capaces de sobreponerse a las adversidades que les ha tocado vivir, sino que van un paso más allá y utilizan esas situaciones para crecer y desarrollar al máximo su potencial.

Para las personas resilientes no existe una vida dura, sino momentos difíciles. Y no se trata de una simple disquisición terminológica, sino de una manera diferente y más optimista de ver el mundo ya que son conscientes de que después de la tormenta llega la calma. De hecho, estas personas a menudo sorprenden por su buen humor y nos hacen preguntarnos cómo es posible que, después de todo lo que han pasado, puedan afrontar la vida con una sonrisa en los labios.

                           

La práctica de la resiliencia: ¿Cómo podemos ser más resilientes?

La resiliencia no es una cualidad innata, no está impresa en nuestros genes, aunque sí puede haber una tendencia genética que puede predisponer a tener un “buen carácter”. La resiliencia es algo que todos podemos desarrollar a lo largo de la vida. Hay personas que son resilientes porque han tenido en sus padres o en alguien cercano un modelo de resiliencia a seguir, mientras que otras han encontrado el camino por sí solas. Esto nos indica que todos podemos ser resilientes, siempre y cuando cambiemos algunos de nuestros hábitos y creencias.

De hecho, las personas resilientes no nacen, se hacen, lo cual significa que han tenido que luchar contra situaciones adversas o que han probado varias veces el sabor del fracaso y no se han dado por vencidas. Al encontrarse al borde del abismo, han dado lo mejor de sí y han desarrollado las habilidades necesarias para enfrentar los diferentes retos de la vida.

¿Qué caracteriza a una persona resiliente?

                                    


Las personas que practican la resiliencia:

Son conscientes de sus potencialidades y limitaciones. El autoconocimiento es un arma muy poderosa para enfrentar las adversidades y los retos, y las personas resilientes saben usarla a su favor. Estas personas saben cuáles son sus principales fortalezas y habilidades, así como sus limitaciones y defectos. De esta manera pueden trazarse metas más objetivas que no solo tienen en cuenta sus necesidades y sueños, sino también los recursos de los que disponen para conseguirlas.



                                

Son creativas. La persona con una alta capacidad de resiliencia no se limita a intentar pegar el jarrón roto, es consciente de que ya nunca a volverá a ser el mismo. El resiliente hará un mosaico con los trozos rotos, y transformará su experiencia dolorosa en algo bello o útil. De lo vil, saca lo precioso.



                               

Confían en sus capacidades. Al ser conscientes de sus potencialidades y limitaciones, las personas resilientes confían en lo que son capaces de hacer. Si algo les caracteriza es que no pierden de vista sus objetivos y se sienten seguras de lo que pueden lograr. No obstante, también reconocen la importancia del trabajo en equipo y no se encierran en sí mismas, sino que saben cuándo es necesario pedir ayuda.

                             

Asumen las dificultades como una oportunidad para aprender. A lo largo de la vida enfrentamos muchas situaciones dolorosas que nos desmotivan, pero las personas resilientes son capaces de ver más allá de esos momentos y no desfallecen. Estas personas asumen las crisis como una oportunidad para generar un cambio, para aprender y crecer. Saben que esos momentos no serán eternos y que su futuro dependerá de la manera en que reaccionen. Cuando se enfrentan a una adversidad se preguntan: ¿qué puedo aprender yo de esto?

                                 

Ven la vida con objetividad, pero siempre a través de un prisma optimista. Las personas resilientes son muy objetivas, saben cuáles son sus potencialidades, los recursos que tienen a su alcance y sus metas, pero eso no implica que no sean optimistas. Al ser conscientes de que nada es completamente positivo ni negativo, se esfuerzan por centrarse en los aspectos positivos y disfrutan de los retos. Estas personas desarrollan un optimismo realista, también llamado optimalismo, y están convencidas de que por muy oscura que se presente su jornada, el día siguiente puede ser mejor.


                              

Se rodean de personas que tienen una actitud positiva. Las personas que practican la resiliencia saben cultivar sus amistades, por lo que generalmente se rodean de personas que mantienen una actitud positiva ante la vida y evitan a aquellos que se comportan como vampiros emocionales. De esta forma, logran crear una sólida red de apoyo que les puede sostener en los momentos más difíciles.

                                                     
No intentan controlar las situaciones. Una de las principales fuentes de tensiones y estrés es el deseo de querer controlar todos los aspectos de nuestra vida. Por eso, cuando algo se nos escapa de entre las manos, nos sentimos culpables e inseguros. Sin embargo, las personas resilientes saben que es imposible controlar todas las situaciones, han aprendido a lidiar con la incertidumbre y se sienten cómodos aunque no tengan el control.


                                          

Son flexibles ante los cambios. A pesar de que las personas resilientes tienen una autoimagen muy clara y saben perfectamente qué quieren lograr, también tienen la suficiente flexibilidad como para adaptar sus planes y cambiar sus metas cuando es necesario. Estas personas no se cierran al cambio y siempre están dispuestas a valorar diferentes alternativas, sin aferrarse obsesivamente a sus planes iniciales o a una única solución.


                                 

Son tenaces en sus propósitos. El hecho de que las personas resilientes sean flexibles no implica que renuncien a sus metas, al contrario, si algo las distingue es su perseverancia y su capacidad de lucha. La diferencia estriba en que no luchan contra molinos de viento, sino que aprovechan el sentido de la corriente y fluyen con ella. Estas personas tienen una motivación intrínseca que les ayuda a mantenerse firmes y luchar por lo que se proponen.
Afrontan la adversidad con humor. Una de las características esenciales de las personas resilientes es su sentido del humor, son capaces de reírse de la adversidad y sacar una broma de sus desdichas. La risa es su mejor aliada porque les ayuda a mantenerse optimistas y, sobre todo, les permite enfocarse en los aspectos positivos de las situaciones.




                              

Buscan la ayuda de los demás y el apoyo social. Cuando las personas resilientes pasan por un suceso potencialmente traumático su primer objetivo es superarlo, para ello, son conscientes de la importancia del apoyo social y no dudan en buscar ayuda profesional cuando lo necesitan.


para enfrentar situaciones adversas solo necesitamos estar vivos, las dificultades aparecen solas y créeme que cada una de ellas tienen un propósito especifico en tu vida. Tal ves no lo comprendas mientras estas atravesando por el dolor, pero luego de la noche viene la mañana, después de la tempestad llega la calma y en esa calma es cuando ves todo tan claro y comprendes porque te sucedió eso por lo que tanto sufriste, que te hizo derramar tantas lagrimas, pero mientras atraviesas por esa desolación:

Confía en que todo pasara y volverá a paz
Busca la lección que debes aprender de ese proceso
No te agobies queriendo llegar hasta el final, no lo lograras, solo resiste
Busca apoyo emocional, lo necesitaras

Recuerda! Nada es eterno.-



   

domingo, 5 de noviembre de 2017

Liderazgo y Carisma



El líder carismático es aquel que tiene la capacidad de generar entusiasmo en los seguidores, es elegido por la forma en que da entusiasmo a las otras personas, destaca por su capacidad de seducción y admiración. Este líder puede dar muy buenos resultados ya que es capaz de hacer que sus seguidores den lo máximo de sí.

Son visionarios e inspiradores, tienden a hacer buen uso de la comunicación no verbal y estimular a los trabajadores. El grupo se reúne en torno al líder por su gran capacidad de comunicación y su carisma.

Son capaces de cambiar incluso las necesidades, valores, objetivos o aspiraciones de los trabajadores. Un gran problema es que sus errores se perdonan y sus logros se mitifican no permitiendo ser objetivo en torno a los resultados que ofrece o a sus capacidades. Les cuesta más llevar relación con personas con la motivación para el logro elevada.




A menudo solemos creer que el carisma es algo innato que se tiene, o no se tiene. Sin embargo, esto no es del todo cierto. Algo más del 50% del conjunto de cualidades que conocemos como carisma puede aprenderse.
Quizás es uno de los mitos que miles de especialistas en la materia se empeñan en desmontar día a día: el carisma no es sólo una cualidad innata y se puede adquirir con el aprendizaje y las disciplinas adecuadas. 



El carisma no es algo exclusivo de los individuos extrovertidos y atractivos. Los estudios muestran que hay muchas personas carismáticas que son introvertidas. Ponemos tanto énfasis en las habilidades y aptitudes de los extrovertidos que los introvertidos pueden acabar sintiéndose inferiores, otro mito es que para ser carismático has de ser atractivo. De acuerdo, una buena presencia supone una ventaja, pero no es una condición necesaria de hecho, el carisma hace a las personas más atractivas.


Qué hace a una persona carismática.

La presencia es uno de los componentes básicos del carisma. Una de las características más frecuentes para describir el carisma de un individuo es atribuirle una presencia extraordinaria.


¿Has sentido alguna vez, a mitad de una conversación, que solo la mitad de tu cerebro está presente? si no estás totalmente presente en una interacción, es muy probable que tus ojos vayan de un lado a otro o que las expresiones de tu rostro vayan con retraso a la conversación. podemos creer que somos capaces de disimular que no estamos atentos, pero no es así. si no estás presente, tu interlocutor lo ve. el carisma depende de cómo de presente estás en cada interacción.








Pero esto es solo parte de la pócima. igual de importantes son el “poder” y la “calidez”.  El poder es entendido como la habilidad de afectar el mundo a nuestro alrededor y la influencia sobre otros, ya sea mediante medios financieros, intelectuales, sociales o físicos. Buscamos pistas del poder de un individuo en su apariencia, en el lenguaje corporal y en la forma en la que otros reaccionan ante él.





La calidez es la voluntad que muestra hacia los demás. Esta cualidad muestra si esa persona querrá utilizar su poder en nuestro favor. esta cercanía se mide de forma más directa que el poder, preferentemente mediante el lenguaje corporal y el comportamiento. Mediante la interacción, buscamos pistas, de forma instintiva, para evaluar la calidez y el poder de una persona, la ropa cara, por ejemplo, nos hace asumir riqueza; un lenguaje corporal amigable nos hace creer que hay buenas intenciones; una postura segura nos lleva a pensar que esa persona tiene algo en lo que confiar. en esencia, la gente tiende a aceptar lo que tú proyectas.



Tipos de Carisma.

Hay cuatro tipos de carisma en los negocios, según Olivia Fox Cabane, Enfocado, Visionario, Amable y Autoritario.

El enfocado se basa fundamentalmente en la percepción de presencia. Esta actitud da a las personas la sensación de que estás plenamente con ellas, escuchándolas y absorbiendo lo que dicen. este tipo de líder carismático hace que los individuos se sientan escuchados y comprendidos, este tipo de carisma. puede ser muy poderoso. Elon Musk, fundador de paypal, es un ejemplo perfecto.

El visionario hace que otros se sientan inspirados. Hace que las personas crean en algo. Puede ser muy efectivo aunque no significa que convenza a otros individuos. Es el caso de Steve Jobs, era temido en su compañía y tenía muchos detractores dentro y fuera de la compañía, pero incluso ellos admitían que era visionario y carismático.

El carisma amable se basa en la calidez. Conecta con el corazón de las personas y los hace sentir acogidos y totalmente aceptados. El Dalai Lama es conocido por esta cualidad.

El carisma de autoridad se basa en la percepción de poder y en la creencia de que esa persona tiene el poder de influir en nuestro mundo. Esta forma de carisma es, probablemente, la más poderosa de todas. Colin Powell y Stalin encarnan este tipo de carisma. La reacción humana toca niveles profundos en nuestros cerebros.


¿Cómo aumentar tu carisma? 



Existen algunas formas de aumentar el “magnetismo personal” he aquí algunos consejos efectivos:


Logra un alto grado de empatia con los demás, es decir logra sentir dentro de ti mismo lo que sienten los otros, lo que hace que las personas puedan identificarse contigo, porque sienten que los comprendes.

Ten ideales definidos y pasión por las mismas cosas, los cuales provienen de su empatia, de otra forma la gente se daría cuenta que es un fraude y que no estás involucrado realmente. Ejemplo: Nelson Mandela creía en la libertad y la igualdad, ya que vio y vivió la opresión de su pueblo.

Desarrolla un gran poder de comunicación, tanto para escuchar como para transmitir de forma clara y concisa, no andes por las ramas se directo.

Activate, es decir no esperes que otros hagan algo, toma las riendas del asunto, sin esperar a que otros hagan sugerencias hazlo y deja de lado el temor que paraliza a los otros.


Se realmente consciente de tu posición y responsabilidad por los que te acompañan en tu cometido.

Aumenta tu confianza, el lenguaje corporal actúa en consecuencia. Practicar un lenguaje corporal basado en la seguridad se convertirá en parte de tu naturaleza.

Una postura estable te ayuda a sentir y proyectar más confianza. La primera tarea de tu mente es monitorizar tu seguridad, ya sea tu habilidad de escapar de depredadores o tu habilidad de permanecer erguido.








Paradigmas de la Teoría de Liderazgo




Primero empecemos por definir que una teoría de liderazgo es una explicación de algún aspecto relacionado con el liderazgo. Estas teorías se desarrollan porque buscan entender, predecir y controlar mejor un liderazgo exitoso, por lo cual son importantes. Existen diferentes opiniones, formas de explicar y por tanto diferentes teorías sobre el liderazgo. Las más destacadas son:


Teorías de los rasgos o características personales:
consideran que el líder nace con unos rasgos, características o cualidades innatas, mantienen que se nace con cualidades como inteligencia, carisma, optimismo, espíritu de lucha, seguridad, etc., o no se pueden desarrollar por mucha formación que se reciba. en las primeras décadas del siglo pasado se intento demostrar que los lideres nacen y o se hacen. peses a cientos de estudios realizados, nunca llagaron a la ansiada lista de atributos indispensables y comunes a todos los lideres exitosos.






Teorías del comportamiento de las personas:
El paradigma de la teoría del comportamiento del liderazgo es diferente, ahora se concentraba en las acciones específicas del líder en el trabajo. Los investigadores buscaban un estilo de liderazgo único y compartido por los mejores, que fuera claramente distinto del utilizado por los líderes ineficaces. Otra variante sobre el mismo paradigma fue estudiar la naturaleza de la labor del líder. La ventaja de esta teoría es que se utiliza para formar lideres pues se identificó el comportamiento que se debe de tener para que el liderazgo sea efectivo.





Douglas MacGregor afirma que existen dos modelos radicalmente de personas en relación a su actitud frente al trabajo, lo que llevara a dos visiones diferentes en dirección de personas.


Teoría X: son las personas a las que no les gusta el trabajo, no quieren asumir responsabilidades, prefieren que les manden, trabajan solo por ganar dinero.

Teoría Y: son las personas que aman el trabajo, son activos, les gusta sumir responsabilidad, son creativos, independientes, etc.

Dependiendo de la concepción que tenga el líder de los individuos (X o Y), ejercerá un tipo de liderazgo autoritario o participativo.




Paradigma de la teoría del liderazgo por contingencia

Considera no solo el comportamiento del líder, sino también los seguidores y la situación. Esta teoría estudia la índole del trabajo realizado, los seguidores y el ambiente en el cual se desarrolla el trabajo. 

Se empezaron a clasificar los distintos tipos de organizaciones, así como tipo de seguidores para poder realizar los estudios.

Las teorías que más se distinguen en este paradigma son:
  1. Teoría del liderazgo de la eficacia
  2. Teoría del liderazgo del continuo
  3. Teoría del liderazgo del camino-meta
  4. Teoría del liderazgo normativo
  5. Teoría del liderazgo situacional
  6. Teoría del liderazgo resonante
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El paradigma de la teoría integral del liderazgo lógicamente busca combinar las teorías de rasgos, del comportamiento y por contingencia para explicar las relaciones exitosas entre un líder y sus seguidores.


Entre las teorías más destacadas de este paradigma tenemos:


  1. Teoría del liderazgo carismático
  2. Teoría del liderazgo transformacional
  3. Teoría del liderazgo transaccional
  4. Teoría del liderazgo trascendente
  5. Teoría del liderazgo estratégico
  6. Teoría del liderazgo de apoyo
  7. Teoría del liderazgo de servicio
  8. Teoría del liderazgo basado en principios.




Características del Liderazgo Creativo







El liderazgo creativo es un tipo de liderazgo que aporta más a la empresa en que se desarrolla por parte de la persona que cuenta con él. La creatividad es vista por el líder para visionar el futuro y por medio de él desarrollar sus tareas contagiando su entusiasmo a los demás trabajadores de la empresa.




Principalmente buscan ilusionar a las personas, que disfruten con lo que hacen, aprender de los demás para obtener nuevas soluciones, favorecer el cambio social y cultural, además de arriesgar y ser novedoso. Todo esto son alguna de las bases de los líderes creativos, que tienen varias formas de ejercer la creatividad, mediante la identificación del problema, la solución de un problema, la buena ejecución o dirigiendo los cambios.





Algunas características de los líderes creativos son:



  • Perciben con todos sus sentidos, desarrollando al máximo la intuición para realizar nuevos descubrimientos o nuevas formas de llevar a cabo las tareas.

  • Flexibilidad, para poder ver las situaciones y problemas desde diferentes perspectivas o desde diferentes puntos de vista para poder llegar a la mejor forma de salir de ellas.
  • Originalidad, ya que la creatividad va muy de la mano de la originalidad, y es que los líderes creativos buscan la distinción, lo extraordinario, lo original al fin y al cabo.
  • No son personas de costumbres en su trabajo, por lo que buscan nuevas formas de realizar las cosas, no se paran en lo que está predefinido sino que van más allá de ello.
  • Buscan nuevas alternativas y redefinen los problemas o situaciones. La primera solución no tiene por qué ser la única, por lo que hay que buscar nuevas soluciones alternativas, además de que se pueden redefinir las situaciones en varias versiones y por este medio poder darles una solución.


Según Sternberg los líderes creativos pueden ser clasificados en ocho tipos







Incrementadores. Son aquellos que mueven un campo de conocimiento o habilidad u organización un paso más allá de la dirección que se ha propuesto.


Incrementadores avanzados. Son los que avanzan en un campo de una manera muy superior a la que pueden dar o la organización u otras personas.


Redireccionadores. Son los que ponen en una nueva dirección la organización, habilidad o conocimiento.


Redireccionadores regresivos. Son los que vuelven a poner una idea que en el pasado había funcionado.


Reiniciadores. Son los que vuelven a empezar, aportan algo nuevo modificando la estructura de la organización o un campo.


Replicadores. Son aquellos que continúan el trabajo de sus predecesores manteniendo el orden establecido.


Sintetizadores. Son los que integran las mejores ideas de otras personas, ideas independientes que si se unen forman algo nuevo.







La creatividad favorece que la empresa crezca, que vaya más allá, o el campo en que el líder creativo actúe, pero todo ello en bien de la empresa y de los trabajadores que forman parte de ella.



He aquí tres consejos para comenzar a ejercer tu liderazgo creativo, de acuerdo con Antonio López autor de Liderazgo creativo. Hacia el logro de la excelencia personal.

Elige a las elegir a las personas idóneas y oriéntalas adecuadamente para que constituyan un equipo de colaboradores sólido y comprometido.

Desarrolla el hábito de comunicar tus ideas con claridad, aprende a suscitar sentimientos y con ello a movilizar voluntades.

Comienza a delegar responsabilidades. El buen líder creativo anima, orienta y procura descubrir nuevos talentos en sus colaboradores, para ello es necesario que les otorgues un voto de confianza.



La integridad como cimiento de un liderazgo exitoso



La integridad es el valor para hacer lo correcto a pesar de las consecuencias






El diccionario The American Heritage Dictionary define a la integridad como una firme adhesión a un estricto código moral o ético; Procede de la palabra integer, que significa entero o completo.

La integridad esta estrechamente relacionada con la honradez. integridad significa pensar y hacer lo correcto en todo momento, sin importar las consecuencias. Cuando tienes integridad, tienes la disposición a vivir de acuerdo con tus normas y creencias, aun cuando nadie este mirando. De manera que vives de tal forma que tus pensamientos, tus emociones, tu voluntad y tus acciones están siempre en armonía. Describe a alguien sin hipocresía ni doblez.




Lo contrario al hombre integro, es el hombre ambiguo, al cual la Biblia le define como "el hombre de doble ánimo", quien es inconstante en todos sus caminos. Por el contrario, alguien integro es aquel que es totalmente consistente en las convicciones que expresa. 

Lamentablemente vivimos en un mundo de concesiones, en una sociedad que ha abandonado los parámetros morales y los principios a cambio de la conveniencia o el pragmatismo. Hoy en día se pregona con mucha fuerza: "el fin justifica los medios", pero esta noción lleva inevitablemente a comprometer la conciencia, las convicciones y nuestros valores fundamentales.




La integridad como valor fundamental no puede ser negociable, mucho menos en el liderazgo. En materia de liderazgo, integridad es igual a confianza. El líder que brinda una visión clara coherente y creíble, y cuya vida se ajusta a un conjunto de valores que inspiran en los demás el deseo de imitarlos, posee una fuente fundamental de poder. Ciertamente, la vida del líder, su carácter, integridad, compromiso, deben representar un ejemplo a seguir, porque la gente apoya primero al líder y luego la visión.


La integridad es una clave fundamental para ejercer un buen liderazgo



Para alcanzarla confianza de sus seguidores, el líder debe ser ejemplo, no solo de la claridad, sino de la constancia, de la confiabilidad, estableciendo una apostura sin ambigüedades. No se consiguen seguidores mediante exhortaciones; se logra su adhesión mediante el ejemplo, en hechos y en palabras. Cuando somos consecuentes, en nuestro comportamiento con nuestras creencias y valores, mostramos una conducta signada por la integridad y ganamos credibilidad ante las personas.

Dice W. Bennis: "Lo mismo que el liderazgo, es difícil describir la confianza, y más aún definirla. Sabemos cuando está presente y cuando no lo está, y no podemos decir mucha más de ella, excepto que es esencial y se basa en la predecibilidad (la capacidad de prever el comportamiento de otro). La verdad es que confiamos en las personas que son predecibles, cuyas posiciones se conocen, y ellos las mantienen; los líderes en quienes se confía se hacen conocer, y siempre mantienen una posición clara. La confianza implica responsabilidad predecibilidad y confiabilidad".




La confianza tiene que ver también con la capacidad de mantener y cumplir los compromisos hechos. De hacer honor a los acuerdos suscritos con la gente. Agrega W Bennis:"Liderazgo es lanzarse al aire con tal conocimiento de uno mismo y con tal energía de colaboración que pueda mover a otras personas a desear seguir. El ángulo con que se despegue es menos importante que escoger un ángulo y conservarlo razonablemente, porque razonablemente incluye la voluntad de dejarse llevar con corrientes favorables". Cuando actuamos con integridad, la gente nos percibe como personas confiables, en consecuencia, nos hacemos predecibles para ellas; las personas saben que esperar de nosotros, por lo que eliminamos o reducimos de las relaciones interpersonales, el nivel ambigüedad e incertidumbre.


¿Qué necesitas para actuar con integridad?



Actuar con integridad requiere autenticidad de carácter, sinceridad en nuestras acciones y opiniones y compromiso con unos valores, elementos éstos que dan forma a nuestro carácter y determinan los recursos y las estrategias con las cuales dirigimos a otros. Al respecto comenta S. Covey: "Cuando trato de usar estrategias de influencia y tácticas para conseguir que otros hagan lo que yo quiero, que trabajen mejor, que se sientan más motivados, que yo les agrade y se gusten entre ellos, nunca podré tener éxito a largo plazo si mi carácter es fundamentalmente imperfecto, y está marcado por la duplicidad y la falta de sinceridad. Mi duplicidad alimentará la duplicidad-desconfianza, y todo lo que yo haga (incluso aplicando buenas técnicas de "relaciones humanas") se percibirá como manipulador".



Los líderes íntegros se caracterizan por una gran persistencia en el logro de sus metas. Por una tenacidad y consistencia en su forma de enfocar y vivir la vida. Los líderes íntegros son fieles a sí mismos. No asumen estereotipos. Son auténticos. Viven por convicciones y valores. No se transan ni sacrifican sus creencias, en un altar, por conveniencia.